martes, 27 de septiembre de 2022

"Par la vaste mer / Por el gran mar", Premio Mallarmé étranger 2022

El Premio Mallarmé de poesía 2022, una de las distinciones más antiguas y prestigiosas de las letras francesas, ha sido concedido, en su modalidad étranger, a la traducción del libro Por el gran mar (Galaxia Gutenberg, 219), de Andrés Sánchez Robayna, catedrático de Filología Española de la Universidad de La Laguna. La traducción fue realizada por Claude Le Bigot bajo el título de Par la vaste mer (Le Taillis Pré, 2022).

El Prix Mallarmé distingue a un autor o una autora por un libro de poemas o una obra completa, y este año ha ido a parar a Christophe Mahy por su libro À jour passant (Gallimard, 2021). La modalidad "extranjero" del Premio, lanzada por primera vez este año, tiene un doble objetivo: por un lado, destacar y promover la labor de aquellos traductores y traductoras cuyos trabajos permiten abrir nuevas perspectivas literarias, y, por otro, difundir la poesía en lengua extranjera.


Claud Le Bigot

 El traductor al francés de este libro, Claude Le Bigot, es profesor emérito de la Universidad de Rennes 2 y autor de varios libros y numerosos artículos publicados en Francia y España. 

 Su trabajo se centra en la poética del texto, la historia de la poesía española y la historia cultural. Ha editado varias obras colectivas sobre poetas de lengua española (Pablo Neruda, César Vallejo, Miguel Hernández, etc.), y ha traducido, aparte del libro premiado, El libro, tras la duna (2002) -Le livre, derrièrre la dune (2012)-, una de las obras más significativas de Sánchez Robayna

No podemos pasar por alto el hecho de que el propio Robayna sea también traductor y de que haya dirigido durante veinticinco años el Taller de Traducción Literaria de la Universidad de La Laguna, que a lo largo de ese largo periodo ha dedicado sus esfuerzos y conocimientos a un proyecto apasionante: emprender "diferentes trabajos prácticos de traducción -tanto la tradicional o individual como la colectiva".

La obra de Sánchez Robayna ha estado siempre guiada por un designio de unidad irrenunciable, aunque puede dividirse, a efectos prácticos, en tres grandes ejes o círculos que se intersectan: la creación poética y la traducción de poesía (recordemos que el autor obtuvo el Premio Nacional de Traducción en 1982), la crítica y el ensayo literarios, y los diarios. Sus libros más recientes son Borrador de la vela y la llama (2022), un ensayo que indaga en el significado de los motivos de la vela y la llama a través de la poesía y la pintura, y el libro cuya traducción ha sido premiada en esta primera edición de la modalidad étranger del Premio Mallarmé, Par la vaste mer.

La idea de crear un galardón que premie y difunda la labor traductora es siempre bienvenida, sobre todo si pensamos en la importancia capital que tiene la traducción para difusión de la cultura.

Anteriormente hemos dedicado algunos artículos a la obra de Sánchez Robayna, amigo y generoso colaborador de la Biblioteca de la Universidad de La Laguna, como Jade fulvo (una aproximación a la poética de Andrés Sánchez Robayna), de Sergio Barreto, El deseado catálogo de pintura y poesía, sobre la exposición "Pintura y poesía: la tradición canaria del siglo XX" y Lo último sobre Syntaxis, revista de literatura, arte y crítica, es mucho más que un catálogo , sobre la exposición que conmemoraba los 30 años de la fundación de la conocida revista: "Syntaxis, una aventura creadora".

Además de las obras de Sánchez Robayna que ya están disponibles en nuestro catálogo , esperamos poder ofrecer próximamente el acceso a toda su biblioteca personal, que el autor donó generosamente a la Biblioteca de la Universidad de La Laguna.  

En la Biblioteca Canaria podrán encontrar una pequeña muestra bibliográfica con las obras de este autor, reconocido internacionalmente, y sus numerosas traducciones.

lunes, 5 de septiembre de 2022

Oswaldo Brito, profesor de la Universidad de La Laguna



Quienes le conocieron en los años duros recuerdan su implicación en la lucha obrera y sindical, cuando cada derecho se peleaba a cara de perro en la mesa de negociación. Empresa a empresa. Su capacidad de organizar y liderar un incipiente movimiento obrero legal, en tiempos casi predemocráticos, le valieron el reconocimiento de organizaciones que valoraban su capacidad de liderazgo. Desde el sindicalismo, Oswaldo Brito desarrolló su carrera política personal y participó en la creación de agrupaciones de izquierda nacionalista en una época muy temprana. A partir de ahí despegó su carrera en el ámbito público, en las siempre movedizas arenas del nacionalismo canario.

En la Universidad de La Laguna
Pero quienes le conocieron como profesor en la carrera de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna en los años 80 le recuerdan de otra forma. Oswaldo Brito destacaba por su facilidad de comunicación (combinada con cierta hosquedad), asombraba por su habilidad para comparar viejos y nuevos problemas en la sociedad canaria del siglo XX (de los que había que extraer conclusiones complejas), y se distinguía por su capacidad para estimular la curiosidad de los alumnos. 
Homenaje en la Sala de Canarias

Nunca fue un profesor fácil y tenía un punto de soberbia: exigente, nada indulgente con quien disentía, abrumador en los detalles que sostenían sus tesis y contendiente infatigable. En suma: el profesor que casi todos querían tener, a pesar de su inflexibilidad. 

Contaba para esto con una enorme ventaja. En aquellos años impartía la asignatura de Historia de Canarias en el último curso ¡Por fin! Tras cuatro años de carrera alguien nos descubría que había una historia de Canarias, más allá de los sucesivos descubrimientos y la idiosincrasia de la población aborigen. Una historia que comenzaba casi en las Crónicas de la Conquista, pero que avanzaba rápidamente y con entusiasmo hacia la influencia del capital extranjero y las crisis económicas recurrentes, al pleito insular entre los grandes propietarios y comerciantes del XIX, y que acababa explicando cómo y por qué nuestro Estatuto de Autonomía había resultado tal cual era. Y lo contaba con detalles muy jugosos que deleitaban a sus alumnos.
  
Cercana su jubilación, no dejó de elaborar proyectos empresariales y de investigación. Aún tras jubilarse, acudía cada verano a la Biblioteca de Canarias para revisar fuentes y datos. Ya teníamos preparada su siguiente lista de peticiones: censos, estadísticas de población, informes económicos, memorias de instituciones, etc. Y, por supuesto, revisión de autores anteriores.

Nos despedimos con tristeza de Oswaldo Brito, diputado al Parlamento de Canarias, primer concejal-delegado de Patrimonio del Ayuntamiento de La Laguna, senador por Canarias y, sobre todo, añorado profesor de la Universidad de La Laguna.