viernes, 9 de julio de 2021

In memoriam Pedro Ontoria Oquillas

Desconozco en cuántas ocasiones a lo largo de la Historia se ha podido establecer una simbiosis entre un determinado autor y su personaje biografiado. Cuando uno constata, leyendo los trabajos sobre la figura historiada, que coinciden uno por uno los rasgos y pautas de su comportamiento, su nobleza, su valentía y compromiso, con los del investigador que lo ha estudiado durante años, solo podemos apelar a los insondables cauces del destino que han unido a ambos individuos, separados por siglos de existencia. Este es el caso de nuestro querido amigo Pedro Ontoria Oquillas, a cuya memoria van destinadas estas líneas. Su legado ha quedado vinculado de forma inextinguible al del general Antonio Gutiérrez (que da nombre a la cátedra cultural de la Universidad de La Laguna), arandinos ambos, unidos en una conjunción entretejida por lazos invisibles e indivisibles. 

Muestra bibliográfica
Muestra bibliográfica. 
Pedro Ontoria dedicó gran parte de su vida a la investigación histórica, para la cual robaba horas tanto a su propio descanso como al de sus dos auténticas pasiones, su entrañable familia y su labor de docente. De su trabajo en el ámbito de la historia hay incontables ecos desde su tierra natal, en Gumiel de Izán (Burgos), localidad de la que fue, podríamos afirmar, su cronista de hecho, hasta Tenerife, la isla que cautivó sus desvelos y donde se estableció tras haber vivido en tierras europeas durante su temprana madurez. El ámbito de sus estudios, multidisciplinar, es un reflejo de aquella envidiable formación académica de antaño. Ontoria poseía hondos conocimientos en lenguas latina y griega, en historia de la educación, en historia del arte, en literatura, entre muchas otras disciplinas, y fruto de ese bagaje cultural fraguaron a lo largo de su vida artículos y libros sobre esas materias, siempre sumando, siempre aportando facetas o referencias de interés. Nunca olvidaré que Pedro publicó en el periódico El Día un sorprendente estudio sobre la posible autoría del archiconocido poema del Mío Cid, un texto que acabaría teniendo notoria repercusión entre las autoridades especializadas en esa magna obra de nuestra literatura universal. 

Busto del Gral. Gutiérrez. Wikipedia
Personalmente podría afirmar que tuve el privilegio de conocer a Pedro Ontoria antes incluso de conocerle, valga el contrasentido, y es que devoré las páginas de su primera biografía General Antonio Gutiérrez :1729-1799: vencedor de Nelson en Santa Cruz de Tenerife, editada por el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en 1994. Cuando ya tuve la suerte de entablar amistad con él, por mediación de nuestro siempre añorado Luis Cola Benítez, nos embarcamos en la recopilación de las Fuentes documentales del 25de Julio de 1797, un proyecto que nació por idea del propio Pedro Ontoria y que sigue hoy dando sus frutos. No dudes, preciado amigo, que seguiremos en esa senda.

Ontoria, con la reedición y notable ampliación de su biografía sobre el general Gutiérrez (Ediciones Idea en 2006), se ha convertido en una pieza clave en la fundamentación histórica del asalto británico a Santa Cruz de Tenerife en julio de 1797. Con su rigor, su estilo sistemático, infatigable, se fue ordenando el conocimiento existente sobre la Gesta en mil y un apartados, y hoy su esfuerzo, plasmado en varias ediciones, pone al alcance de cualquier investigador todas las fuentes sobre la histórica batalla, una de las páginas más fascinantes dentro de los anales insulares.

La mirada de Pedro, esos pequeños ojos azules, vivirán en las pupilas del bronce eterno de la escultura del general Gutiérrez, fundidas ambas, contemplando el horizonte de ese Santa Cruz al que dedicó sus desvelos intelectuales y humanos. ¡Descansa en paz, queridísimo y admirado amigo!


Daniel García Pulido


Los miembros de la Biblioteca Canaria de la ULL compartimos el sentimiento de nuestro compañero Daniel García Pulido, investigador y bibliotecario. Nos sumamos a este pequeño homenaje a Pedro Ontoria, otro erudito local apartado de las pompas académicas, pero buceador imprescindible en documentos y archivos para encontrar los datos que hacen nuestra historia. 

Gracias don Pedro.

6 comentarios :

  1. Muchas gracias, Daniel, por tu amistad con Pedro, que tan buenos frutos dio.

    Desde Gumiel de Izán, María del Carmen Ugarte

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  2. Muchísimas gracias a ti, Carmen. Ha sido un placer, que seguirá latente en el tiempo. Gracias por tus palabras.

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  3. Tuve el placer de conocerlo. Gran persona: un ser adorable, entrañable, culto, educado, sensible... Un regalo conocerle. Deja un gran legado a nivel personal y profesional.

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  4. Yo le llamaba Don Pedro. Nos conocimos en 1992 y junto a José Luis Garcia Pérez, su hijo Daniel, Luis Cola Benítez, y con otros intelectuales pusimos en marcha la Tertulia de Amigos del 25 de Julio. Me invitó a que prologara su primer libro sobre el General Gutiérrez en 1994. Persona entrañable, compartí con él muchas confiencias intelectuales, de las que surgieron nuevas ideas. Desde Mallorca hasta siempre Don Pedro.

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  5. IN MEMORIAM
    El 6 de octubre de 2016, Pedro Ontoria Oquillas me sorprendió con este titular de un estudio muy puntilloso sobre las identidades precisas de cuantos habíamos sido sus compañeros de estudios en Irache, Estella, Navarra, en 1961, un salto en el tiempo de cincuenta y cinco años, con caminos divergentes y sin haber cultivado relación alguna personal:
    «STUDENTATUS INTERPROVINCIALIS HIRACHIENSIS
    ad S. Mariam Regalem, in archidioecensi Pampilonensi
    (conditus a. 1885)»
    Es ahí donde aprecié el rigor que señala el artículo, y más aún, al trasladarme su trabajo para una posible revisión o sugerencia, en el afán de evitar el más nimio error.
    Los cuatro últimos días de septiembre de 2016 nos reunimos en Irache una veintena de compañeros de aquella hornada de estudiantes de filosofía y lenguas clásicas, y tuve ocasión de estrechar firmes lazos con Pedro, facilitados por nuestro común origen burgalés.
    Por medio de otros compañeros, el pasado día 5 de julio recibía la triste noticia de la grave enfermedad que le tenía postrado en el hospital desde hacía un mes, sin atisbos de esperanza. Y este pasado domingo día 11, un paisano de Gumiel de Hizán, y de Pedro, compañero a su vez de estudios me comunicaba el fatal desenlace.
    Mi recuerdo y estima al gran Pedro, que conforme he ido conociendo su currículum, loado por unos y por otros, se me ha ido agrandando su figura.
    Reciba la familia ante este trance de desconsuelo toda la fuerza para superarse y seguir.
    Con el sentimiento herido por la pérdida, el compañero de Pedro durante tres años, le dedica este recuerdo póstumo desde Barcelona.
    Bernardino Martínez González.

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  6. Acabo de enterarme de su fallecimiento por este texto entrañable de mi querido amigo Daniel. Lo poco que lo traté, precisamente gracias a García Pulido, me dio a entender la seriedad y la nobleza humilde de Ontoria. Será uno de los tantos rostros que vincularé siempre a la Biblioteca Canaria de la ULL.Descanse en paz.

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