viernes, 5 de mayo de 2017

El valor de un cementerio


Cementerio Puerto de la Cruz de la Orotava 1852 (detalle), de Álvarez Rixo

La historia de Canarias está también en nuestros cementerios y conocerlos nos ayuda a comprender la sociedad en la que surgieron y su transformación.
San Rafael y San Roque (FEDAC)
La construcción de cementerios civiles comenzó en Canarias antes que en la mayor parte de la Península, a principios del siglo XIX. Aunque se prohibía el enterramiento en las iglesias desde 1787, con algunas excepciones, la costumbre prosiguió hasta que las epidemias que devastaron las islas en esa época obligaron a buscar mejor emplazamiento.
La fiebre amarilla que diezmó a la población de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife provocó la construcción del primer cementerio civil en 1811: San Rafael y San Roque. Igual causa obligó a construir también el Cementerio del Puerto de la Cruz un año más tarde, al que siguieron el de Vegueta (Las Palmas de Gran Canaria) y San Juan Bautista (La Laguna).


Cementerio de Las Palmas de Gran Canaria, en  Álvarez Rixo  [1841-1867]

Aún bajo el control de la Iglesia, los nuevos lugares de enterramiento se construían y eran gestionados por los ayuntamientos. Pasada la urgencia que los originó, en la segunda mitad del XIX estos cementerios ya reflejaban la ciudad de los vivos: muchas tumbas para los simples mortales y otras con lápidas hermosamente decoradas, esculturas de reconocidos artistas y mausoleos imponentes. Al fin y al cabo, todos acababan allí, así que en nuestros cementerios históricos está la huella de los campesinos y los obreros, de los comerciantes burgueses y los nobles de las islas; allí están los restos de muchos notables, cuyo nombre apenas se recuerda, junto a otros que habrían merecido mayor reconocimiento. Entre estos últimos hay numerosos masones, nunca bien acogidos en los cementerios católicos, cuyas inscripciones y símbolos podían ser eliminados -tras la Guerra Civil- si molestaban a la Iglesia católica.

La Chercha del Puerto de la Cruz
La Chercha según Álvarez Rixo
La población no católica, de origen europeo, tampoco podía ser enterrada en camposanto. Sus restos se ubicaban en parajes alejados y a menudo se producían alborotos de la plebe durante sus entierros.
El cementerio protestante más antiguo de Canarias, probablemente de España, es el Cementerio Inglés del Puerto de la Cruz. Según el cronista portuense Álvarez Rixo, el primer entierro se produjo allí en 1770, "en el sitio que desde entonces se denominó la Chercha" [por churchyard, cementerio en inglés], aunque afirma que debió haber otros previos a esa fecha. Algunos autores refieren testimonios de su utilización un siglo antes.

La colonia protestante de Canarias debió esperar hasta los años 30 del siglo XIX para disponer de otros dos lugares de entierro "oficiales": una parcela asimilada al de San Rafael y San Roque, en Santa Cruz de Tenerife, y el British Cemetery (el Cementerio Inglés), en Las Palmas de Gran Canaria.

Ed. Dykinson, 2017
Según el profesor M. Ramírez Sánchez, autor de Historias en la piedra: la escritura última en los cementerios ingleses de Canarias, el estudio de los epitafios y sepulturas de estos tres cementerios facilita un "análisis social de esa escritura expuesta y ver cómo la élite, la burguesía inglesa, utiliza esos espacios de memoria, una forma de autorrepresentación de las propias familias".*
La importación de su iconografía, los materiales y estilos británicos en los elementos mortuorios durante el siglo XIX y principios del XX, permiten entender mejor la mentalidad y la relevancia de estos extranjeros afincados en las Islas, igual que el estudio de sus actividades económicas o la influencia de su idioma en el habla de Canarias.

Seis cementerios canarios declarados Bien de Interés Cultural

Para garantizar su conservación, dos de estos cementerios protestantes están declarados Bien de Interés Cultural (BIC): el que forma parte del conjunto de San Rafael y San Roque, en Santa Cruz de Tenerife, y el Cementerio Inglés de Las Palmas de Gran Canaria. Ambos comparten clasificación con los antiguos cementerios de Vegueta (1812), San Juan Bautista (1814), en La Laguna, y el Cementerio de La Orotava (1823). El primero que se registró como BIC fue el grancanario de San Bartolomé de Tirajana (1823).
Ayto. Santa Cruz de Tfe.,2006
Esta condición reconoce la necesidad de conservarlos y obliga a la administración a tomar medidas para protegerlos. Además de su valor histórico, en ellos se conserva el trabajo de artistas muy relevantes, como el genovés Angelo Cherubini o Fernando Estévez en los de Tenerife; en Gran Canaria destaca notablemente el cementerio de Vegueta por el valor sus esculturas funerarias y la obra artística de Ponce de León. Los cementerios históricos grancanarios se distinguen en general por su estado de conservación... y aprecio.

Lamentablemente, el desconocimiento común del valor patrimonial de estas construcciones y la desidia oficial, también histórica, se unieron a la crisis económica de los últimos años, contribuyendo a su abandono. Varios de estos monumentos han sufrido un grave deterioro durante décadas y no parecen haberse beneficiado mucho de la condición de Bien de Interés Cultural. Especialmente preocupante resulta la situación del cementerio más antiguo, el de San Rafael y San Roque, víctima de repetidos ataques vandálicos y salvado in extremis por el ayuntamiento capitalino con algunas medidas de rehabilitación y control.**



El cementerio herido.Vicente Pérez.2014 (3m.)

La reciente propuesta del Gobierno de Canarias a los Cabildos para que revisen los criterios de selección de los Bienes de Interés Cultural registrados (411 en total) ha causado cierta preocupación entre las personas interesadas en el patrimonio cultural de las Islas. Puede que no todos los BIC merezcan tan algo grado de protección, pero cada uno de ellos debe ser revisado con criterios rigurosos y uniformes.
La ausencia de una política coherente y continua respecto al patrimonio cultural parece ser una carencia histórica de la administración pública de Canarias. Tampoco han sido del todo efectivas las acciones para difundir su conocimiento entre la población.

Solo se valora lo que se conoce
XIII Jornadas. Teror. 2017.
El desconocimiento de la riqueza cultural de las Islas y de su potencial económico también es un problema. El esfuerzo de algunos investigadores por difundir el valor del patrimonio ha dado algunos frutos en el caso de los cementerios históricos canarios. A los estudios en publicaciones especializadas comienzan a sumarse algunas actividades culturales y turísticas.
Recientemente el Ayuntamiento de Teror dedicó sus XIII Jornadas de Patrimonio Cultural a los cementerios históricos de Canarias y su valor patrimonial, en las que participaron especialistas en arqueología, etnografía, epigrafía e historia del arte. Allí se habló también de rutas culturales y patrimonio funerario, destacando el valor del turismo asociado a los cementerios y la muerte (dark tourism) como un activo económico a potenciar. La FEDAC participó en el evento con un recorrido por los rituales funerarios de las Islas en los últimos 130 años, que está disponible en su página web. Está prevista la publicación de las actas de estas jornadas y la difusión de las intervenciones en el canal de Teror televisión. com (Youtube).


Actualización
Intervención de M. Ramírez Sánchez en las Jornadas de Patrimonio: Los cementerios ingleses de Canarias: una huella poco conocida de la presencia británica en las islas (59m.). En: canal Teror televisión.com (09/05/2017).



Notas y más información

*Un estudio inédito nos descubre aspectos de la presencia británica a través de los cementerios protestantes que existen en Canarias. En Isla de Lecturas.
**San Rafael y San Roque, un cementerio entre la historia y el olvido, de Lorena González. En Canarias en hora.


Béthencourt Massieu, A. (1995). Secularización y mentalidades: el cementerio de San Cristóbal de La Laguna (1807-1816). En Anuario de Estudios Atlánticos, nº 41. Las Palmas de Gran Canaria.
Brito González, Alexis D. (2015). El descanso de la eternidad en ultramar: una breve historia del cementerio inglés de Las Palmas. En Anuario de la Facultad de Geografía e Historia (ULPGC) Las Palmas de Gran Canaria.

Encuentro Internacional sobre los cementerios contemporáneos (1º.1991.Sevilla)La arquitectura decimonónica de carácter funerario en el Cementerio de Vegueta de Las Palmas / M.R. Hernández Socorro. P. [435]-444; Cementerios decimonónicos de Santa Cruz de Tenerife: aproximación a su estado a través de la prensa local / E. R. Pérez Peñate. P. [513]-520; Vicisitudes del cementerio de Las Palmas de Gran Canaria en el siglo XIX : sus condiciones higiénico-sanitarias y su ensanche / A. M. Quesada Acosta.P. [521]-528.
García Pulido, D. (2000). San Rafael y San Roque: un camposanto con historia (1810-1916). Santa Cruz de Tenerife. 

León Álvarez, F. (2016). Origen y evolución del cementerio municipal de La Matanza de Acentejo (Tenerife). En Boletin Millares Carló, nº 24-25. Las Palmas de Gran Canaria.
Ramírez Sánchez, M. (2013). Los cementerios ingleses de Canarias: un patrimonio por revalorizar. En Marchar Rivera, Alicia; Rodríguez Marín, Francisco (coords.). La muerte desde la arqueología, la historia y el arte.
Ramírez Sánchez, M. (2012). In loving memory: escritura última y memoria en los cementerios ingleses de Canarias. En XX Coloquio de Historia Canario-Americana. Las Palmas de Gran Canaria.

Aunque no abundan las publicaciones monográficas sobre los cementerios históricos canarios, sí existen algunas referencias en obras generales, separatas y artículos de revistas. Puede consultar una pequeña selección de la Biblioteca Canaria en este enlace.

Los dibujos del Cementerio del Puerto de la Cruz, del Cementerio de Las Palmas de Gran Canaria y el manuscrito pertenecen al Archivo personal de Álvarez Rixo (Biblioteca ULL), el resto de imágenes a los editores. El vídeo es obra de Vicente Pérez Luis.

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