lunes, 22 de febrero de 2021

Natalia Sosa Ayala. Día de las Letras Canarias 2021

 

El Día de las Letras Canarias de este año está dedicado a la escritora grancanaria Natalia Sosa Ayala (1938-2000). Su figura, durante muchos años relegada a un segundo plano por la academia y el público, ocupará el puesto de honor que se merece dentro de nuestra literatura. No solo destacó como excelente poeta, sino también como narradora y periodista. La voz de Sosa Ayala ‒crítica, inconformista, subversiva‒ nos revela el testimonio de una mujer que, pese a la dictadura, no vaciló en esgrimir sus versos y reclamar su lugar en el mundo. 

La influencia de su padre, el poeta Juan Sosa Suárez, y el ambiente intelectual que se respiraba en su casa de Ciudad Jardín, donde asistían personalidades como Paco Sánchez, José Gopar o Manuel González Barrera, propiciaron la atmósfera perfecta para que la joven Natalia pudiera dar rienda suelta a sus inquietudes artísticas. Su dedicación y amor por la palabra escrita, la llevaron a participar de manera muy activa en la prensa regional. Publicaciones como Antena: semanario deportivo-cultural, Gánigo, Guiniguada, Mujeres en la isla, dirigida por María Teresa Prats, o Fablas gozaron, desde 1955, de sus colaboraciones, de sus poemas, artículos y entrevistas. 




A los veintiún años, en 1959, debutó con su primera novela, Stefanía. Con una carta-prólogo de Ventura Doreste e ilustraciones de Pepe Dámaso, esta historia de juventud presenta, a través del amor imposible entre la protagonista y su cuñado, las claves fundamentales del mundo literario de la autora. Ya empieza a fraguarse la expresión de ese deseo frustrado e imposible, el amor por la naturaleza y el erotismo del cuerpo que tanto caracterizan su pluma.

Después de su viaje a Londres en 1961, escribió Neurosis, sin embargo, la novela fue censurada y no vio la luz hasta 1996, cuando se publicó con el resto de su obra periodística bajo el título Desde mi desván y otros artículos. Neurosis. Cartas. A pesar de esto, Natalia Sosa no cesó en su empeño. Así, al poco, vuelve a la escena literaria con Cartas en el crespúsculo (1963), una obra de gran lirismo, intimista, en la que la narradora encuentra en el mar a su confidente, al destinatario de esas cartas escritas a la caída del sol. 

"Muchacha sin presente" en la revista Fablas 
nº 26-27, enero-febrero 1972

    Sus novelas, por lo general, fueron bien acogidas por la crítica del momento, pero, sin duda, Natalia Sosa Ayala destacó, por encima de todo, por su maestría con el verso. Durante toda su vida, antes incluso que la prosa, cultivó con gran afán el arte de la poesía. Su primer poemario, Muchacha sin nombre y otros poemas (1980), muestra una voz que acarrea con el peso de la culpa del pecado, que se sabe diferente, incomprendida, «extranjera, extranjera y extraña», según sus palabras. En Autorretrato (1981) se mantiene el tono de tristeza, pesar y nostalgia de antes, pero ese cuerpo escribiente y lesbiano, amigo siempre de los insectos y las flores, no se amedrenta ya ante las miradas ajenas.



           Comienza el camino hacia la autodeterminación y la posesión de una nueva identidad. Diciembre (1992) y Cuando es sombra la tarde (1999) fueron la antesala a su obra póstuma, Los poemas de una mujer apátrida (2003), a ese reino propio hecho de tinta y recuerdos.

            Natalia Sosa Ayala, esa «muchacha ausente» que escribía «poemas en el aire», muere el 13 de noviembre de 2000, dejando un legado único en nuestras letras. 


                                                                        Texto de Carlos Alayón Galindo


Más información

Día de las Letras Canarias portal del Gobierno de Canarias.
Natalia Sosa Ayala ficha en la Academia Canaria de la Lengua.
Natalia Sosa Ayala en el catálogo de la biblioteca.

2 comentarios :

  1. La he incorpodado en mi clase de Escritura Creativa y, desde entonces..., no he podido separarme de ella.

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  2. Éste poemario se publicó gracias al estímulo de Víctor Ramírez y Rafael Franquelo y la inquietud de José Almeida y Esther Rodríguez

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